sábado, 13 de septiembre de 2008

Conoce a tu cabello...


El cabello debe estar limpio desde la raíz hasta la punta, mantenlo hidratado para que luzca brillante y sedoso todo el tiempo.

Las mujeres cuidamos la piel de nuestro rostro y cuerpo, pero no le ponemos la misma atención a nuestro cuero cabelludo. Para que puedas lucir una melena hidratada, limpia, sedosa y con movimiento que seduzca a cualquiera, es esencial cuidar tu cuero cabelludo con tratamientos enriquecedores.

¿Cómo es tu cabello?

Seguramente luchas contra la naturaleza para cumplir tu deseo de ser rubia o ser lacia cuando tienes rizos, sometiendo tu cabello a factores perjudiciales, químicos o mecánicos. Contrarresta estos daños con los cuidados que te recomendamos a continuación.

Cabello seco: En cualquier temporada del año, las condiciones climáticas como el sol, el viento o la humedad dejan tu pelo en desventaja. Sobre todo en verano, en la playa o alberca, el pelo capta hasta el más mínimo detalle y luce dañado por la resequedad, la sal, el cloro y las altas temperaturas. Por eso necesitas usar fórmulas que mantengan la hidratación de tu cabello. Antes de exponerte al sol utiliza un producto que proteja tu pelo de los rayos UV, el salitre y el cloro.


Cabello teñido: Es mucho más sensible al efecto del sol. Los tonos claros se decoloran mucho más, mientras que los oscuros pueden adquirir un tono anaranjado. Para evitarlo, es necesario que combines durante la exposición solar un pañuelo o sombrero con la aplicación de champús, acondicionadores, mascarillas y protectores solares que hidraten y suavicen el cabello, y que a la vez lo nutran, protejan, conserven su color y aumenten su brillo.

Cabello quebradizo: Cuando la fibra capilar tiene fisuras, el cabello se rompe fácilmente y a veces incluso se cae. Para evitar este problema es importante que reconstruyas tu cabello con tratamientos con proteínas que lo cuiden y aumenten su fuerza y grosor. Cuida tu cabello limitando el uso de ligas, secadora, plancha o tenazas.

Problemas del cuero cabelludo: Algunos de los más comunes son la resequedad, la caspa, el exceso de grasa y la calvicie provocados en su mayoría por el estrés, la falta de limpieza y una mala alimentación.

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